amás pensó que sería fácil, pero nunca mostró una expresión que delatara que, en el fondo, sabía que podría avanzar bien y obtener un resultado positivo. Nunca escatimó adjetivos al referirse al Dakar, pero siempre estuvo seguro de que podría superarlo. De todas formas, apenas se ha corrido la primera semana, pero hoy, a seis etapas del final, todo parece indicar que podría ser más llevadero para Óscar Santos (Puma Energy Rally Team), augurando que lo mejor está por venir.
Al final de la etapa maratón, todo puede parecer más fácil, pero realmente no lo es. Aún falta el retorno a Al Ula pasando por Al Duwadimi y Ha’il, para después de pernoctar dos noches en lo que fue la sede inicial, llegar a Yanbú y descubrir allí la clasificación que lo catapulte hacia un futuro lleno de éxitos.
Charlamos con el piloto paraguayo en la asistencia, y desde el primer día, nunca nos pareció desconcentrado o preocupado por algo en particular. Siempre fue para adelante y, el día anterior a la primera parte de la etapa de 48 horas, me dijo que en los próximos días podría estar la gran escalada, y así fue.
En la primera parte, su ritmo fue constante y la decisión de parar en el campamento “B” resultó fundamental, ya que podría haber buscado el siguiente campamento para acabar más cerca de la meta. Sin embargo, algunos pilotos no consideraron que ese tramo lo podían hacer de noche, y así les fue.
Siempre se pensó que la estrategia de cada uno sería el pasaporte para obtener una visa que lo sitúe bien en el día de descanso. Que lo diga Sainz, cuya estrategia elaborada desde el día cuatro funcionó como esperaba, saliendo del Empty Quarter más líder que nunca con Ekström cubriéndole las espaldas y una mecánica que sigue rindiendo al cien por ciento. Los Audi no han mostrado hasta aquí ninguna flaqueza, aunque debemos esperar hasta el final, ya que, como mencionamos anteriormente, todavía quedan muchos kilómetros y Loeb no está lejos y viene con ganas de terminar su racha de participaciones sin triunfo.
Pero volviendo a la Challenger, hemos visto cómo la familia Goczal avanza junta y cómo el más joven se destaca incluso cuando su padre o su tío no están cerca. Sin dudas, en la categoría, la sensación es el Taurus, cuyo rendimiento efectivo en todos los aspectos los ha llevado a acumular una respetable diferencia con respecto a los Can-Am, que ahora no ocupan el podio, aunque tampoco están tan lejos. Apenas dieciocho segundos separan al Taurus de la sorprendente Cristina Gutiérrez, quien para mí es la figura de esta categoría en la etapa maratón de 48 horas por su esfuerzo, tenacidad y, sobre todo, su ritmo constante para avanzar de menos a más y alcanzar un nivel muy competitivo.
Atrás aparece Santos. ¿Cuánto daban por él? Hoy es el debutante mejor clasificado, marchando duodécimo en la general de Challenger tras haber sido también duodécimo en la etapa maratón, y por si fuera poco, se encuentra en el cuadragésimo quinto lugar de la general de coches entre ciento veintiséis coches que continúan en carrera. Esto hace que, después de las memorables actuaciones de Nelsito Sanabria en los Dakar sudamericanos, este sea el mejor resultado jamás alcanzado por un paraguayo en esta prueba.
Ahora, a pensar en lo que viene. El paraguayo espera dar el zarpazo porque quiere estar en el Top Ten. En algún momento, su navegante, el brasileño Lourival Roldán, le dijo que llegar ya es un resultado importante, y el piloto del Puma Energy le respondió: “Yo vine a ganar. Evidentemente es muy difícil, pero vamos a acelerar en la segunda semana buscando objetivos claros. El primer objetivo es el décimo lugar, pero seguro estaremos incluso más adelante. La posición en la que estamos hoy no me conforma. Quiero más”.