a formación japonesa hizo historia en uno de los rallys más complicados de la temporada, marcando el 1-2-3-4 con Kalle Rovanpera a la cabeza, seguido a 52s8 por Elfyn Evans mientras que Takamoto Katsuta completó el podio a 1m42s7 con 10 segundos de penalización. Sébastien Ogier completó la caravana.
El finlandés no tuvo problemas para cerrar la última jornada de seis tramos siendo el encargado de abrir un domingo de rally que complicó los papeles a gran parte de los competidores, todo esto a pesar de solo poder ganar una de las especiales del día, la primera pasada por Narasha.
Por detrás de él se ubicaron los tres pilotos restantes de Toyota con una diferencia bastante amplia como para arrebatar la inminente victoria del finés, Evans, Katsuta y Sebastien Ogier culminaron el recorrido, dándole el histórico 1-2-3-4, algo que no sucedía desde el Safari Rally de Kenia de 1993 cuando Juha Kankkunen (también finés) lideraría la marcha del equipo junto a su compañero y compatriota Markku Álen, el local Ian Duncan y el japones Yasuhiro Iwase, todos con un Célica Turbo 4WD.
Quinto terminó Thierry Neuville a 10m40s9 del primero tras un sábado que lo privó de pelear adelante tras el abandono en la última salida de la jornada. De no haber sido por ese inconveniente y los diez minutos perdidos, el belga podría haber batallado por su primer triunfo de la temporada. En sexto lugar y rescatando a los Puma del M-Sport apareció Craig Breen