n día cómo hoy, de 1994 fallecía el mítico Ayrton Senna a la edad de 34 años, durante la disputa del Gran Premio de Imola, mientras transitaba la curva Tamburello a 260 km/h. En su carrera deportiva obtuvo 65 poles (el 40,37% de las veces que largó una carrera de F1 lo hizo desde la primera posición). A sus tres títulos mundiales en 1988, 1989 y 1990, se suman 41 victorias, 80 podios y 19 récords de vuelta.
Nacido un 21 de marzo de 1960, Senna ya mostraba interés en el mundo de las carreras y el automovilismo, como cuando le pedía a su padre que lo lleve al Kartódromo de Interlagos a practicar incluso en días de lluvia.
Más adelante, el piloto brasileño fue creciendo y llegó a Europa, donde empezó a mostrar sus primeras armas y con ello, llegó a consagrarse campeón de la Fórmula Ford y la Fórmula 3.
Sus buenas presentaciones, acompañadas de una personalidad fuerte, lo llevaron a la Fórmula 1, pasando primeramente por Toleman, un equipo modesto donde demostraría todo su potencias con 1 vuelta rápida y 3 podios, pasando para Lotus, McLaren y Williams-Mercedes, donde fue acrecentando su figura y su leyenda, compartiendo con otras leyendas y también compitiendo con otras, como con su mayor rival, Alain Prost.
Pero un día, el presagio de un fin de semana trágico se avecinaba en el GP de Imola de 1994. Entre el sábado 30 de abril y domingo 1 de mayo de 1994, Ayrton Senna atravesó por esos eslabones que conformaron una cadena reflexiva interminable luego del accidente de su amigo Rubens Barrichello y el trágico choque de Roland Ratzenberger. Fue un proceso en el que el recordado brasileño se debatió entre la lógica, el sentido común y su pasión, que pudo más.
Meditó su última la noche en el Hotel Castello, cerca de Bologna, y se la jugó por no rendirse y seguir luchando con un Williams FW 16 que ya no tuvo ayudas electrónica y dejó de ser el auto a batir. Llegó aquel impacto y la muerte.
El muro de la curva Tamburello se quedó con el último gran héroe que tuvo la F1. El astro brasileño tenia 34 años. Fue el final cantado para una de las negligencias más graves en la historia de la FIA, que habilitó una curva de alta velocidad sin ningún tipo de contención o medida para frenar a un coche ante un despiste. La entidad rectora tuvo tres avisos con choques en ese mismo lugar: Nelson Piquet (1987), Gerard Berger (1989) y Michele Alboreto (1991).
El circuito italiano celebrará este miércoles el "Día de Ayrton y Roland", en el que se recordará también al austríaco Roland Ratzenberger, quien falleció un día antes que el sudamericano, cuando disputaba la clasificación del Gran Premio de San Marino, como se llamaba la prueba de la categoría reina disputada en ese trazado.